LA PRIMERA Y ÚLTIMA PERSONA:
El
celador es el
profesional encargado de
trasladar a los pacientes dentro del hospital.
En muchas ocasiones, es la
PRIMERA persona que va a ver el paciente y quien lo va a
recibir (
ej., en la puerta de urgencias, cuando necesitan una silla para desplazarse); y también la
ÚLTIMA, cuando puede abandonar el Hospital acompañado en silla de ruedas por el celador, tras recuperar su estado de salud y recibir por tanto el alta médica.
PRIMER GESTO “TERAPÉUTICO” en momentos difíciles:
Puede ser así quien recibe al paciente en
momentos difíciles, ya que el problema de salud merma habitualmente su estado de ánimo, y su acogida es el
PRIMER GESTO “TERAPÉUTICO” que va a recibir.
IMPORTANTE EN SATISFACCIÓN GLOBAL:
Al ser el celador también la última persona a la que el paciente ve en el Centro sanitario, de su
actuación dependerá también en parte la
satisfacción global que el paciente tenga por los
servicios prestados de todo el EQUIPO de profesionales implicado en ayudar a resolver su problema de salud.
COMPETENCIAS DE UN CELADOR:
Generalmente, los celadores están
organizados en función de los
Servicios Médicos en los que trabaje,
así se puede hablar de Celadores de Radiodiagnóstico, de Urgencias, de Quirófanos, etc.
Para desempeñar correctamente su trabajo en cualquiera de estos Servicios es necesario que tenga las siguientes
COMPETENCIAS, es decir,
capacidades, habilidades y conocimientos generales:
- Trabajo en equipo.
- Adaptación al cambio y contribuir con nuestras iniciativas a la mejora del servicio.
- Orientación al paciente: capacidad para comprender y responder a las demandas del paciente, así como la capacidad para comunicarse con él.
- Organización, orden y utilización de recursos adecuadamente.
- Resolución de problemas: intentar resolver con eficacia las posibles incidencias o imprevistos en nuestra actividad diaria.
Estas competencias han sido desarrolladas fundamentalmente en el artículo 14, punto 2, del
Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las
Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social (se adjunta extracto abajo), con algunas modificaciones posteriores en el llamado
Estatuto Marco, que afecta a
todo el personal estatutario del
Sistema Nacional de Salud (Ley 55/2003, de 16 de diciembre).
EL CELADOR EN EL SERVICIO DE RADIODIAGNÓSTICO (RAYOS):
TRASLADA los pacientes normalmente
desde la planta de hospitalización (habitación)
y desde el Servicio de Urgencias AL Servicio de Radiología (Radiodiagnóstico) y viceversa (vuelta a planta o a Urgencia), y para ello debe tener siempre presentes los siguientes puntos y
verificaciones:
- Identificación adecuada del paciente: nombre, apellidos y habitación.
- Medio de transporte: cama, camilla, silla o andando.
- En la planta comunicar a enfermería el traslado del paciente (a radiología).
- Comprobar si tiene algún tipo de aislamiento: aéreo o de contacto, tomando las medidas de protección que fueren necesarias.
- Si el paciente está consciente y orientado comprobamos su identidad, si no fuera posible, no aseguramos por la pulsera identificativa.
- Asegurar durante el traslado que todo el material sanitario que porta el paciente va en las condiciones adecuadas (sueros y vías, botella de oxígeno, bolsas de orina, fluidos, etc.); y avisar de cualquier incidencia al personal adecuado en el caso de movilización accidental durante el traslado.
El celador también
auxiliará al técnico de rayos (
Técnico Superior de Imagen para el Diagnóstico, TSID) para la
colocación adecuada del paciente en las
exploraciones deban realizarse, especialmente necesario en personas
inconscientes o con capacidad de
movimiento reducida.
LAS MÁXIMAS:
Para finalizar, por muchos conocimientos y destreza que podamos adquirir, hay unas
PREMISAS fundamentales para ser un
buen profesional que
todos deberíamos cultivar más, premisas que son
extensibles a todo el colectivo sanitario, y ellas son:
- La paciencia: nuestra capacidad para tolerar, atravesar o soportar determinadas situaciones que se producen en nuestra actividad diaria sin experimentar nerviosismo ni perder la calma.
- Saber escuchar: el que escucha con atención proyecta una imagen de respeto e inteligencia y eso los pacientes lo agradecen.
- Empatía: entender sus problemas y emociones, en definitiva, intentar ponerse un poco en su lugar.
ESTO ES UNA GRAN CADENA:
El celador es un
eslabón más de la
CADENA SANITARIA, y su
buen hacer y profesionalidad también influye en la opinión final que el paciente se lleve de la asistencia sanitaria recibida.
Autores:
- D. Jesús Cernuda (Celador).
- D. David Calvo Temprano (Médico Radiólogo).