Cancer Coach

Qué es el COACHING

Imagen Autor
EL SENTIDO DE LA VIDA
Un viaje para disfrutar y ser consciente del ahora.

Fecha: 01/03/2022

Imagen
DESDE MI VIAJE DE VIDA: DISFRUTA LA VIDA O NO LA SIENTES.
Mi nombre es Silvia. Asturiana de nacimiento y nómada de corazón. Soy maestra y licenciada en ciencias de la actividad física y del deporte.

Tengo claro las cosas que me gustan. El deporte, viajar y trabajar con niños; y he decidido vivir mi vida haciendo estas cosas. Después de bastantes viajes combinando conocer otras culturas, practicar deporte y compartir multitud de buenos momentos con sus gentes, tratando de ser una más y ayudando en lo posible... Pude descubrir lo que es para mí VIVIR y como yo creo que deberíamos vivir. Para mi el objetivo de mi vida es DISFRUTAR Y SER FELIZ. Para eso es para lo que vivo. Y si es compartida esa diversión y esa felicidad, mejor que mejor.

Por supuesto que podemos tener malos momentos que nos hagan preocuparnos en ocasiones. Pero esa preocupación no puede ser por cosas que no son realmente importantes. Y las que son importantes solo debemos dedicarles el tiempo necesario.

Si tiene solución, para qué nos preocupamos. Y si no la tiene, solo es un hecho, que podemos aprender a aceptar y vivir con él.

Por eso lo importante es disfrutar cada momento de vida. Pasar un poco del pasado y del futuro. Que esos tiempos solo nos sirvan para mejorar. Lo realmente importante es EL AHORA. Ayer ya se fue, mañana igual no llega. Deja de hacer planes de futuro que muchas veces no llegan tal y como los pensamos. Te doy dos opciones a cambio: una, ponlos en práctica ya; y dos, disfruta del ya ahora mismo.  

En esta vida estamos de paso y lo que nos vamos a llevar con nosotros son momentos disfrutados y el desarrollo de nuestro SER; y no un coche o una camiseta última moda ni ningún TENER o HACER.
 

 
Pon tu atención (=esfuerzo, trabajo, “lucha”, foco) en lo que te gusta, pero nunca a costa de que te cree preocupaciones o frustraciones innecesarias. Las preocupaciones tienen que ser las justas; y lo más justo sería vivir sin preocuparse, porque preocuparse no es sano.

objetivo con tus metas. Y la que te pongas, a por ella. Ábrete siempre a cambios de plan a, b, c y hasta la z, porque el adaptarte a lo que vaya ocurriendo es lo que te hará conseguirlo. No tires la toalla y, sobre todo, disfruta el camino hacia esa meta, porque eso sí es la vida, no su logro concreto.
El camino puede durar mucho más que la meta, por eso es importante disfrutarlo. Y cuando tengas esa meta, disfrútala también. Regocíjate en ella. Y no te pongas al instante otra. La ambición está bien, pero con control y sobre todo con disfrute.

Siempre parece que queremos y queremos más pero no disfrutamos lo que tenemos. Y además, tu felicidad, compártela, permite que otros también la reciban contigo.

No hagas cosas porque las marque la sociedad. Hazlas porque realmente te apetece y te haga feliz. No hay que tener un@ novi@ a una edad concreta, independizarte a otra, buscar un trabajo estable nada más terminar tus estudios, comprarte un piso con tu primer trabajo estable, ni coger las vacaciones en el mes de agosto... Elegir libremente significa permitirte tomar opciones diversas a lo que se espera de ti.

El ritmo de esta sociedad y mundo nos quiere arrastrar al quiero, quiero, quiero. Vivo para tener cosas que después no tengo tiempo a disfrutar. O quiero cosas inalcanzables sin disfrutar las que me son alcanzables.

RESPETO, EMPATÍA, ACTITUD POSITIVA Y CONFIANZA:
Mi experiencia me hizo ver, en mi caso concreto, que cuando más dinero tenía más infeliz era curiosamente. Porque el tener ese dinero me quitaba del tiempo necesario para poder hacer lo que realmente me gustaba. Con menos dinero podría seguir haciendo todo lo que me gustaba y siendo más feliz.

Por supuesto, esto depende del nivel de ingresos y del tiempo disponible de cada uno, pero, al menos, démonos cuenta de que nuestro propio balance es ventajoso hacia el disfrute de lo que nos gusta el tiempo que podamos. No estoy hablando de no trabajar, ni de no querer cosas o de ser conformista. Me considero una persona ambiciosa con ganas de hacer muchas cosas, pero no hacerlas o no tenerlas no me quita la felicidad de cada momento. Cada día busco por conseguir hacer lo que quiero, pero mientras lo busco, lo disfruto. Quizás buscar se hace demasiadas veces sinónimo de luchar, y es difícil disfrutar una lucha, pero sí es motivador una búsqueda. Hago lo que me gusta y no lo que me marca los cánones de esta sociedad, al menos, siempre que me es posible, y si lo busco así, es fácil que la mayor parte de las veces lo consiga. Es algo que podemos entrenarnos a hacer.
No hay mejor sensación que la alegría de un día disfrutado. Cada persona lo disfrutará a su manera. Tener ganas de vivir, de hacer cosas, de disfrutar. Que el día se te quede corto. Eso es vivir para mí; y lo otro es solo tener una vida que no buscas vivirla.

Para vivir y ser feliz hay varias cosas que me parecen fundamentales. La primera es el respeto. Eso nos evitará un montón de problemas y dolores de cabeza. Si todos nos respetásemos más, los unos a los otros, la sociedad también nos respetaría más a nosotros, pues nosotros formamos y nos formamos en sociedad.

Lo segundo, la empatía. Ponerte en el lugar del otro, pero desde sus propias experiencias y creencias, no desde las propias. Para eso necesitamos conocerlas y no se puede conocer a otro sin escucharle sinceramente. En ocasiones solo nos preocupamos y tomamos acción cuando es algo que nos toca de cerca, sin darnos cuenta de que nuestra felicidad es interdependiente con la felicidad del de al lado (y si no, veamos el caso de la pandemia, guerra en Ucrania, premio de la lotería en el vecino…)

Lo tercero, una actitud positiva. Tu actitud vale más que todo. Tú eres el que, ante una dificultad, vas a hacer grande o pequeña tu respuesta. Tú le vas a dar la importancia que tiene para ti. Tu le pones el tiempo para afrontarlo, tú decides el tiempo que te va a quitar de disfrutar. Menos lamentación y más buscar solución. Y a veces, la solución es dejar de ver el problema: pues si puedes gestionarlo, hazlo; y si no, acéptalo. Ese es mi lema

Y cuarto, y último consejo fundamental, confiar más en el género humano. Si dejamos de ver problemas antes de que lleguen y sufrir por miedos innecesarios, todo saldría mucho mejor. Muchas veces esta desconfianza en los otros y en nosotros mismos hace que nos pongamos nuestros propios límites y nos creamos nuestros propios problemas cuando nos creemos más limitados de lo que somos. Y no son realmente nuestros límites ni son verdaderos problemas. Son asuntos a resolver que no deben robarnos nuestro tiempo, energía y alegría de vivir. El tiempo y la vida es oro, y no se puede desperdiciar. El tiempo enfadado o el tiempo preocupado es tiempo no disfrutado. Tiempo perdido que no va a volver; o sí vuelve, porque nuestra mente nos lleva a preocuparnos por el futuro, en base a experiencias del pasado, cuando podríamos dejarlo en su sitio: atrás.
 

PAÍSES RICOS EN SONRISAS Y SABIOS PARA DISFRUTAR:
El tiempo pasa y todo lo que no disfrutes hoy puede que no lo disfrutes mañana.

Vivir sin alegría y sin disfrutar no es vivir, es dejar pasar el tiempo, es desaprovechar tu tiempo; es no vivir tu vida, aún estando vivo. Que más pronto o más tarde algún día se acabará. Ojalá que se acabe lo más tarde posible, si eres feliz en tu vida. Pero si se acaba mañana, a mi me gusta decir que hasta hoy disfruté.

Con todo, vivir con alegría y de esta manera, tendremos la mitad de la mitad de problemas. Porque muchos de ellos los generamos por estar de mal humor. Una sonrisa al entrar en el autobús, una buena palabra a tus compañeros de trabajo…  no cuesta nada, pero lo vale todo. Se te quiere por lo que transmites, no por tu curriculum; por lo que sienten cuando están contigo o piensan en ti, y no por lo poderosas que sean tus ideas, tu estatus o tu razón

La mayoría de los países que visité fueron países donde la pobreza era evidente pero la alegría ganaba a la tristeza siempre. Y si estos países me conquistaron fueron por su gente, porque, a pesar de todos sus problemas, son capaces de vivir con alegría, con la capacidad de ayudarte siempre en lo que pueden y siempre con una sonrisa en la boca.

Vivir con alegría para mí no es vivir sin problemas o estar siempre riendo. Vivir con alegría es saber disfrutar y reír, a pesar de las complicaciones que tenga cada uno. Tener actitud positiva siempre y centrarte en lo bueno y no en lo malo, te ocurra lo que te ocurra. 

PON SENTIDO EN TU VIDA Y RECIBIRÁS UNA VIDA CON SENTIDO: DAR Y RECIBIR ES LO MISMO.
Solemos considerar que el sentido de la vida depende de cómo vemos la vida, como si esta vida fuera un objeto externo a nosotros, y así poder juzgarla, valorarla y evaluarla. Al igual que vemos un árbol separado de nosotros para poder observarlo, nos consideramos algo ajeno a la propia vida, como nos vemos ajenos a un bosque para ver un árbol y su relación con la totalidad (de ese bosque).
 
Sin embargo, en estos dos ejemplos -nosotros como separados del bosque y nosotros como separados de la vida- rápidamente percibimos alguna incongruencia. Y es que estamos vivos y por lo tanto no estamos separados de vida (mientras que sí podemos percibir un árbol y todo el bosque como diferente a nosotros mismos, no podemos percibir nuestra vida sin estar vivos).

Nosotros podríamos ser la parte viva de nuestra vida y así, cuando nos estamos planteando qué es el sentido de nuestra vida, nos daríamos cuenta de que, si la vida somos nosotros, estaríamos -en sentido estricto- preguntándonos qué sentido nos damos a nosotros, es decir, qué sentido le damos a lo que somos tal y como nos vemos.

Y ahí vemos la obviedad de que, según nos veamos a nosotros mismos, con un sentido o no, veremos a la vida -nosotros-, con un sentido o sin ninguno en absoluto.

La conclusión práctica es lo que todos ya sabemos. Quien vive como si la vida tuviera algún sentido es ese mismo sujeto quien le OTORGA sentido a su vida; y por el contrario, quien vive como si él mismo o su vida -que es lo mismo- no tuviera ningún sentido, no ve ningún sentido a su existencia, a su vida, ni a sí mismo.

Por ejemplo, una madre que tiene un hijo con síndrome de Down y que toda su vida la dedica a ayudar a vivir a su hijo, podría ni tan siquiera ver vida fuera de ese sentir, pero, al menos, mientras cuida a su hijo, le verían sentido a su vida, y viviría una vida con sentido. Pero, esa misma madre, cuando su hijo -su autootorgado sentido de vida- falleciera, la misma persona que OTORGABA un sentido a su vida, se quedaría sin la causa de su otorgamiento, sin el sentido de su vida, que inopinadamente había dejado en la carencia que ahora alberga en su vida.

Recibimos lo que damos. Y, si no le damos nosotros sentido a nuestra vida, la vida -nosotros- no recibiremos ese sentido, pues no lo estamos poniendo.

Así, podríamos decir que quien DETERMINA que el ser humano ha venido a este mundo a sufrir, jamás podrá no sufrir si se considera ser humano, dado que es su propia CREENCIA lo que le impediría con la posibilidad de elegir ser feliz. Al verse un ser humano y CREER que todo ser humano tiene en su naturaleza el sufrimiento, estaría incapacitándose para salir de esa limitación que se autoimpone: sufrir por su NATURALEZA; cuando la realidad le permitiría ser feliz, sin esa limitación.
Por analogía, nadie que no vea sentido a su existencia podrá vivir una vida con sentido, pues está limitando su existencia a un vivir sin significado, no porque así sea, sino porque se impone límites -quizás inconscientemente- cuando podría ser que sí tuviera un sentido, pero su creencia no le permite verlo.

 
Si deseas formarte como COACH para ser un facilitador del cambio que otras personas necesitan en sus vidas: asturias@escuelaeuropeadelideres.com

SI deseas recibir SESIONES GRATIS por coaches en formación:
dcalvo@escuelaeuropeadelideres.com

Si deseas recibir ayuda en tu situación de vida complicada (afrontamiento, duelo, gestión emocional, gestión del tiempo...): ​
dhousev@gmail.com (666 908 999).


 
 
 

Autores:
  1. Silvia Romero López
    • Maestra y licenciada en educación física.
    • Fundadora de la asociación Nómadas en acción.
    • Adjetivos que me describen:  viajera, disfrutona, deportista al aire libre y alegre.
  2. Dr. David Calvo Temprano (Director EEL Asturias; Coach & Practitioner PNL; Proferor UniOvi).

Compartir en:
SENTIDO DE VIDADISFRUTARVIVIR