NUESTRAS ETIQUETAS SE DEFINEN DESDE NUESTRO EGO, NO DESDE LA VERDAD:
Me llamo Arturo Enamorado.
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Laboralmente, director comercial según dice la tarjeta de visita, aunque realmente es ser vendedor, comercial, viajante, anotador de pedidos, escuchador. Un
montón de etiquetas que todos pensamos que
nos ofrece mayor importancia en este baile de máscaras que llamamos
la vida.
-
Deportivamente, un
apasionado de poder transmitir en un apartado específico del fútbol una serie de aprendizajes al puesto más bonito del mundo en este deporte, el
portero; tan bonito, que se le pone
hasta una red para protegerlo.
El Arturo Enamorado en su
versión 5.3 -ese tipo
humilde y a veces
valiente- es ante todo un
aprendiz en un mundo apasionante que
intenta conocer, entender y generar emociones agradables en los demás. Esas emociones que cuando
te calan en el corazón, las experimentas como un sentir de hermosas sensaciones, y te ofrecen
una versión de la vida mucho más alegre y positiva.
LAS EMOCIONES NOS GUÍAN EN EL ETERNO CAMBIO E INCERTIDUMBRE (EL ORIGEN DEL MIEDO) QUE SUPONE LA VIDA:
Esas
emociones que vienen creadas como
respuestas a pensamientos, esas emociones que derivan en
sentimientos cuando las
reflexionamos conscientemente en nuestro córtex y que
nos motivan a transformarlas en
acciones, responsables al final de
RESULTADOS: resultados de
vida, resultados
académicos, resultados de
pareja, resultados
laborales, resultados
deportivos...
resultados.
¡
Qué bucle tan espectacular, un bucle que debemos conocer y saber manejar para tener una
vida equilibrada y saludable! Y llegado a este punto
, ¿qué nos ha ocurrido anteriormente para llegar a tener este bucle inconsciente que maneja nuestra cabeza?
La vida, la sociedad, y las personas son
puro cambio. Es todo un
cambio constante y es
evolución constante, por mucho que creamos que preferimos no estar sometidos a cambios.
La mente nos alienta a percibir la realidad como una “foto fija”, en la que tengamos
certidumbre de lo que existe y basarnos siempre en la vivencia e interpretación del
pasado.
Pero, ¿es esto cierto? Lo cierto es que no, que
todo en la vida es puro cambio, o como diría el filósofo griego
Heráclito: “
Panta rei”,
todo fluye, todo cambia:
“Cuando me baño dos veces en el río, nunca es la misma agua la que me acaricia”.
FIGURA. La imagen de las etiquetas NO NOS REPRESENTA.
NUESTRA VERDAD OCULTA: LA SERENA ALEGRÍA DE SER.
Este miedo al cambio, ¿a qué se debe? ¿Cuál es la razón para ese miedo? ¿De dónde proviene ese miedo?
Es fácil decirlo y difícil hacerlo pero entiendo que el ideal es que
no ¿debemos? dejarnos llevar,
no queremos dejar que las cosas sucedan sin más,
podemos hacer y buscar que nuestra pasión vibre y si es necesario luchar contra la corriente que solemos aceptar como lo real en nosotros para
motivarnos hacia nuestro ideal...
¿Qué ideal? El que nos marque
nuestro corazón, el que tenemos dentro, ese que nos da
paz, alegría y equilibrio cuando le hacemos caso; ese que
hace diluir al miedo como un azucarillo.
Nuestra verdadera esencia nunca está comprometida, solo oculta.
OCULTA porque
no la miramos -aunque siga ahí, siempre-,
no la abrazamos y
no sintonizamos en esa frecuencia en que vibra
la alegría de ser en paz y serenidad.
LA LLAVE: CUESTIÓNATE TUS CREENCIAS HEREDADAS Y DA A LUZ TU IDEA DEL MUNDO.
¿Qué ocurre cuando
cuestionamos lo que nos pasa, lo que nos
interpretamos que nos ocurre? ¿Qué efecto mágico tiene
sacudir nuestras creencias, instaladas en la versión 5.3?
Son creencias que hemos
recibido desde tiempos ya inmemorables que parecen ya muy lejos y a la vez tan cercanos; creencias
heredadas por nuestros mayores, nuestros padres, nuestros maestros, nuestros abuelos, nuestros amigos… pero generalmente
no cuestionadas por nosotros.
Esas creencias del
buen parecer y del
buen hacer. Esas creencias de
la lucha por encima de todo, incluso de uno mismo; esas creencias del
bien y del
mal (de lo bueno y de lo malo), de lo blanco y de lo negro; de lo
correcto y lo
incorrecto.
Esas creencias del “
qué dirán” que son más importantes del “
qué me digo”. Esas creencias que -lo sepamos o no-
CREAN nuestra realidad tal y como la percibimos, pues ya nos suena haberlo oído, ¿verdad?:
¡lo que crees, lo creas para ti!, lo haces real en tu vivencia.
TU MÁSCARA (EGOICA) EXPRESA LAS CREENCIAS QUE CREES TUYAS. TU SER VERDADERO SE EXPRESA CON AMOR A LA VIDA:
Esas creencias se convierten en máscaras de lo que somos (o creemos ser). De lo que
nos dicen de cómo
debemos ser. Pero, cuando nos ponemos la máscara de
como dicen los demás que debemos ser,
¿dónde queda nuestro yo verdadero?. ¿Acaso no es cansado vivir la vida de un “constructo mental”, dilapidando su función verdadera de ser quienes verdaderamente somos?
¿Me vas a decir que no eres consciente de no mostrarte a veces distinto a quien eres? ¿Dónde dejamos
el valor de quitarnos la máscara y ser nosotros mismos?
La
MÁSCARA es
el personaje que mostramos a los demás, es
un ser personal que está lleno de
etiquetas mentales.
Nuestro
SER VERDADERO es
la verdad de quien somos -la
expresemos o
no- y no
requiere defensas ni puede ser atacado, pero sí nos ofrece una vivencia de
amor a la vida y
armónica alegría de ser en expresión, porque nos mostramos como la
expresión de nuestro ser.
Esas creencias que nos hacen poner
el foco en “hacer” para que los demás -la sociedad, la familia, los compañeros de trabajo-,
nos aprueben y nos digan
qué buenos somos, qué formales y qué trabajadores somos.
Esas
creencias que nos fustigan y castigan cuando no hacemos algo correcto y nos hacen sufrir y estar
muy a gusto en el lamento y la pena... ¿por qué? ¿
PARA QUÉ?
¡Qué importante es quitarse esa mascara! ¡qué importante es saber todo esto! Entenderlo para poder
tener equilibrio y poder disputar un cuerpo a cuerpo mirando a los ojos del
“señor miedo” y decirle que
ya no tiene poder sobre nosotros, porque
el poder soy yo:
YO DECIDO a quién deseo expresar en cada momento, si a
mis etiquetas en forma de mi máscara personal (=ego) o a
mi verdadero ser con quien
me siento en paz, alegre y feliz.
EL AMOR: EL SER VERDADERO EN LIBERTAD PARA EXPRESARSE.
Disputarle al miedo la lucha de esa creencia del
cumplimiento y expresión externa es ganar
la libertad de ser y cumplir con uno mismo desde el corazón y el amor. Ese
AMOR que ofrece un comportamiento que
nos hacer tener paz y servir a los demás. Ese amor que cuando lo ponemos al servicio de lo que hacemos, todo brilla, y nos hace sentirnos felices, como si
-lejos de perder al servir al otro-
el propio universo nos estuviera sirviendo a nosotros, y favoreciera que tuviéramos los pensamientos e ideas más geniales y las emociones más felices.
Creo que
la clave es sentir a nuestro interior, ese interior que nos hará tener el equilibrio conociendo esas creencias para
poder evolucionar y adaptarse al cambio. Porque
amar la vida no es quedarse quieto, y
vivir en paz, tampoco significa no hacer nada.
La vida es cambio, y amar ese cambio supone
adaptarse a la incertidumbre de qué nos vendrá con la seguridad de
la benevolencia del futuro -que viviremos siempre en
cada “ahora”- y que podemos percibir con
la apertura de la curiosidad por ver qué es lo próximo que podemos
disfrutar y celebrar en la vida.
En búsqueda del equilibrio, que sólo resulta del conocimiento interior y el estado de paz en nosotros mismos.
UN NUEVO PARADIGMA: LA CURIOSIDAD POR EL CUESTIONAMIENTO.
¿
Aceptamos esas creencias porque las entendemos cómo beneficiosas, o
queremos cambiarlas porque nos limitan,
cuando las cuestionamos?
¿Somos conscientes de adónde nos llevan esos cambios? ¿Les tenemos miedo a esos cambios? ¿Qué emociones nos causan los pensamientos de esos cambios? Creencias, miedos, cambios… ¿van unidos? Frecuentemente
sí, pero
no necesariamente.
Podemos vivirlos con curiosidad y no con miedo, pues ambas emociones
surgen en nuestra afectividad interior cuando nos abrimos a
algo nuevo: con las
ganas del conocer, de la
curiosidad; o con la
aversión del riesgo, del
miedo.
El cambio es un proceso
necesario para la
evolución y el
crecimiento personal; para
elevar la consciencia interior:
la naturaleza cambia y el ser humano también. Es algo
natural.
En ese cambio es importante saber y tener la máxima consciencia de
cómo influyen nuestras creencias que llevamos grabadas a fuego desde la niñez y que podemos
preservar y/o adaptar a nuestro yo en su versión actual. El resultado de esta adaptación en el mundo adulto supone un aprendizaje de que de ese pasado ni hay que borrar ni hay que culpar, pues
todo ocurre para algo, y de ese algo extraemos la notoria realidad que todos vivimos:
tanto yo como los demás lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido, pues,
si hubiera sabido hacerlo mejor, sin duda me habría beneficiado de esa habilidad mejorada. Vayamos ahora por su encuentro,
entrenémonos en mejorar nuestra habilidad para interpretar lo que nos ocurre y comprender y empatizar con lo que nos ocurrió. En
paz y expresando la
gratitud y el amor por lo vivido, aún cuando
sin duda ha habido cosas que no nos resultaron agradables en su momento.
NUESTRA EXISTENCIA EN PLENITUD DE CORAZÓN: UN CAMBIO HACIA LA PAZ.
Que ese
comportamiento y conducta pasados, esas
acciones que hemos llevado a cabo derivadas de esas creencias, ese
bucle de pensamiento incesante del que no éramos antes conscientes,
nos permita ahora
aprender a abrir nuestra mente y corazón; y
no para el futuro sino para el presente. Para el
aquí, para el
ahora. Porque
la mente puede comprender mejor, y
el corazón puede recordarlo en paz, y
una mente y corazón fundidos en uno es la mejor garantía de
sentir nuestro ser en PLENITUD DE CORAZÓN: un
cambio hacia la paz.
El
cuestionamiento de nuestras creencias requiere saber
cuándo son adaptativas a nuestra vida ahora y cuándo no, y eso solo nos lo pueden mostrar nuestros
fieles guías internos: nuestras
emociones.
Aprender a identificarlas, aceptarlas, adaptarlas, promoverlas, amarlas y sacar nuestras emociones desde lo más profundo de nuestro ser es el camino de la
autorregulación de nuestras emociones, precepto esencial de la
inteligencia emocional intrapersonal,
la forma más inteligente de comprenderse y escucharse a uno mismo.
Las emociones son la
motivación para las acciones, y pueden ser
favorables (promueven al crecimiento y la ilusión) o
adversas para lograr nuestro fin (impiden el crecimiento), no por otra causa hablamos de la motivación: porque
motiva a la acción.
NUESTRAS DECISIONES EN PAZ: EL ÉXITO EN NUESTRA ACCIÓN.
Conocemos nuestras emociones para descubrir
nuestros sentimientos (=emociones conscientes y reflexionadas), para así tener unas
buenas decisiones. Si conocemos nuestras
motivaciones, nos ayudarán a cumplir
nuestras metas y objetivos. Y todo ello sabiendo que por mucho deseo que tengamos siempre
podrá aparecer “un “saboteador” que nos hará resistirnos al cambio, por ese atávico miedo al cambio que hemos comentado, pero que podemos superar con la
serenidad desde la curiosidad por
la apertura a lo nuevo.
¿Cómo saber que nuestras acciones irán en la línea adecuada? Si nuestra
mente está en paz y
nuestro corazón siente amor por lo que
nos impele a actuar, podemos asegurar que estamos en
plenitud de corazón, y sentir la
certeza de que la
acción que surja desde ahí saldrá de lo más
coherente de nuestro ser, pues llevará
lo mejor de nosotros mismos.
NOS RESISTIMOS A QUE NUESTRA MÁSCARA DEJE DE EXISTIR: NOS AFERRAMOS A NUESTRAS ETIQUETAS.
La
resistencia es esa fuerza que
obstaculiza los cambios, y que depende de la importancia -c
onsciente o inconsciente- que des al
riesgo que veas en el cambio: el riesgo para el
mantenimiento de tu máscara de etiquetas egoicas, de tu
ser personal aparente, de tu
no-yo disfrazado de vida; aún cuando solo
tú eres la vida, aunque la mantengas
oculta en tu corazón.
Depende de la
motivación intrínseca que tengas hacia ese cambio, y que habla de
lo que llevas en verdad dentro; a diferencia de la
motivación extrínseca que ansía “todas esas cosas” -muchas veces literalmente, pues son “cosas”- que te mueven a actuar
desde algo del exterior (dinero, poder, fama, prestigio, estatus social, etc). Las motivaciones más auténticas siempre son
internas, a veces
silenciosas, pero se mantienen durante toda la vida, sin perder nunca su fulgor, aún cuando no las escuchemos para sentirlas brillar.
FIÉMONOS MÁS DE LO QUE SENTIMOS PARA VOLVER A VIVIR DESDE NUESTRO SER:
Debemos emocionarnos más y
fiarnos de lo que nos dicen nuestras emociones (aún poniéndolas
en perspectiva desde la mente).
Creer más y mejor en nosotros mismos, sin sentirnos atados a una dependencia exclusiva de nada ni de nadie, aún cuando todos estemos en
estrecha co-dependencia para la vida;
pues un jardín no solo necesita las semillas y un jardinero, sino también el sol, la lluvia, los minerales. Un todo unido donde
cada uno puede ser quien es. Y eso garantiza
la armonía del todo.
Perdonar nuestras pasadas creencias y estar
atentos a no seguir aplicándolas en nuestro ahora de forma
inconsciente nos ayudará a
vivir en la aceptación de la vida
tal cual es, sin dejar de
aspirar a mejorar las cosas, desde una
visión pacífica, comprensiva y respetuosa por nosotros mismos y una auténtica
empatía por los que nos educaron de
la mejor forma que supieron y pudieron. Todos estamos en el
mismo camino, aunque mostremos un estado evolutivo distinto. Así que, siguiendo la recomendación del maestro:
“sé amable con todo el que te cruces, porque todo aquel con quien te cruces estará en la misma batalla interior que tú”.
◆ P A Z ◆
Si deseas formarte como COACH para ser un facilitador del cambio que otras personas necesitan en sus vidas:
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Autores:
1.
José Arturo Enamorado Menéndez:
- COACH en formación por EEL Asturias.
- Director Comercial en OTM Sistemas.
- Internacional SUB-18 con España.
- Entrenador apasionado de porteros en CD Covadonga 2ºB y Responsable del área formativa de los porteros de la base y su staff
2. Dr.
David Calvo Temprano (
Director EEL Asturias,
Coach de Salud certificado por AICM, Médico Radiólogo HUCA, Profesor Universidad Oviedo).