CONCIENCIA EXPANDIDA, VIDA MÁS INTENSA, AYUDA A LOS DEMÁS SIN EXCEPCIÓN:
La
práctica de la
MEDITACIÓN TONG-LEN está basada en el conocimiento sobre
cómo lo que somos es el resultado del movimiento de los elementos sutiles que nos forman. Tong-len tiene como
uno de sus objetivos principales ayudarnos a
activar y dinamizar los elementos sutiles positivos, o sea, aquellos con los que cuya presencia se garantiza una
mente amplia, luminosa y conectada con la
vida y el
presente.
Cuando la mente se manifiesta
desde esos principios todo lo que somos y formamos queda inseparablemente
impregnado de ellos. Al
alinearse mente, cuerpo y entorno, la
presencia de calma, amor y luminosidad, facilitan la
expansión de consciencia.
Cuanta más consciencia irradia, mayores serán los niveles de
sabiduría y gozo.
Dicen los maestros que a medida que vamos
experienciando esos estados de consciencia,
se van aclarando cuestiones personales profundas del tipo:
sentido de la vida, papel en el mundo que vivimos, quién soy... Para la
visión budista, la mayor misión vital que tenemos es precisamente:
activar y expandir consciencia para que sea ella la
que ilumine nuestra vida y así nos convirtamos en
generadores de entornos luminosos para ayudar a todos los seres sintientes
sin excepción.
SU LÓGICA Y EFICACIA PARA SENTIRNOS MEJOR: EXPANDO LO BUENO EN MÍ, SOSTENGO LO BUENO PARA MÍ.
Aún recuerdo las primeras veces que oí esta frase de
“por el bien de todos los seres sintientes”. Debo confesar que no me generaba
ningún tipo de conexión, más bien al contrario, me parecía
una frase hecha, algo
mojigata e
imposible de asimilar.
No entendía que se pudiera querer “
hacer feliz a todos los seres por igual”. Entendía que la propuesta
no era natural ni normal (¿acaso se lo merecen todos?).
Todo cambió cuando entendí que
ese esfuerzo era muy lógico y eficaz.
Ciertos pensamientos, sensaciones y emociones favorecen el
incremento y expansión de la luz de la consciencia;
sin ellos estamos apagados, oscuros, sin ver con claridad cuales son los pasos que nos tocan seguir en la situación en la que nos encontramos.
Mantener a la mente en una
actitud positiva no solo beneficia a los seres que nos rodean y con los que estamos
conectados, sino que además es la mejor forma de
acostumbrar la mente a que permanezca
en el mejor estado para uno mismo.
PERO LA MENTE DEBE DESAPRENDER SU ADOCTRINAMIENTO:
El pequeño
inconveniente con el que nos encontramos cada uno de nosotros es que la
mente ya cuenta con toda una serie de conductas y reacciones
bien ancladas y desarrolladas a base de
aprendizajes y repeticiones.
Cambiar ciertas actitudes personales se convierte en una
labor ardua y poco gratificante. Parece que tarde o temprano
vuelven a surgir nuestra forma antigua de pensar, hablar o actuar sin que podamos evitarlo. Esfuerzos de largas temporadas
controlando nuestro mundo interior para que no se manifieste
se acaban de pronto ante una situación imprevista en la que no hemos sido capaces de gestionarnos, de estar
presentes y mantenernos
centrados.
La misión de
cambiar conductas muy enraizadas en la mente debe ser desarrollada
sin prisas y sin demasiadas expectativas. Cada vez que el
sistema cuerpo-mente que formamos es
controlado por un patrón de conducta, este se hace fuerte,
se refuerza y consolida.
Lo que te controla se hace fuerte.
Este es el motivo por el que es
tan difícil cambiar esos hábitos. Durante mucho tiempo han sido los
inquilinos de tu mundo interior, hasta el punto que se consideran los propietarios del
espacio. Como han campado a sus anchas ahora están fuertes y empoderados. Además, como
no nos acordamos de nada anterior
(¿recuerdas lo anterior a tu nacimiento?) estamos convencidos de que “
somos así”, que
eso es lo que
somos.
Antes de practicar tong-len es interesante plantearte seriamente
qué actitudes quieres que aparezcan en tu mente habitualmente. Cuál quieres que sea
la primera propuesta que te haga la mente delante de las situaciones de la vida. Una vez ya tengas clara la respuesta, cuando consideres que ya estás
preparado para el entrenamiento te tocará implementarla, para ello lo ideal es hacer algo parecido a lo que te propone la meditación tong-len.
LA PRÁCTICA DEL TONGLEN:
Empieza
generando una
mente calmada, serena y pacífica. Dedica
unos minutos a
soltar todo aquello que no tiene relación con tu presente:
suelta el pasado,
suelta el futuro,
céntrate en algo que ocurra
en este mismo momento.
Como ya sabes los meditadores usamos
diferentes objetos para este ejercicio, uno fácil de encontrar y muy productivo a la hora de conseguir resultados es
la respiración. Por ejemplo,
haz tres respiraciones profundas y conscientes, de esas que te llenan completamente. Retén el aire unos instantes, suéltalo despacio, atentamente, notando cómo afecta a tu cuerpo y a tu mente el ejercicio. Después de la tercera respiración puedes permanecer en ese estado
atento y relajado por unos minutos más. Para ello, sencillamente sigue el ritmo respiratorio
sin intervenir en ritmo, profundidad ni cantidad. Solo
obsérvalo.
De vez en cuando
aparecerán pensamientos. Es normal. Tu papel es el de
dejarlos pasar; no les des importancia, no es el momento de prestarles atención. Sigue respirando
con atención. Permanece así
unos 5 minutos, puedes
programar una campanita en el móvil, hoy en día hay apps diseñadas para ayudarte en controlar los tiempos de meditación.
Una vez conseguido ese
estado de calma mental, dedícate
dos minutos a disfrutarlo. Pon la
atención en el disfrute, ya
no sigas la respiración. Si lo haces correctamente percibirás una sensación de
amplitud, de
sensibilidad, de
claridad, de
no límites.
Ahora,
sin perder ese estado luminoso,
activa y llena tu mente una actitud amorosa y compasiva. Utiliza alguna de las meditaciones del artículo anterior
(preparación preliminar al tonglen). Esta parte hazla durar
5 minutos más o menos. Ahora ya tienes el
estado mental propicio para tong-len.
Empieza
primero con
tong-len para el entorno. Después de
unos días, cuando ya el disfrute permanezca durante toda la sesión, pasa a la siguiente práctica y así hasta llegar a la última.
No hagas nunca sesiones de más de 25 minutos.
Es mejor sesiones cortas e intensas que largas y distraídas.
No tengas prisa por alcanzar resultados.
Las tensiones nos apartan del estado mental calmado y lúcido.
Disfruta de las sesiones.
Si ves que en algún momento
la mente las rechaza, aplica una
actitud compasiva, cariñosa y comprensiva,
no te enfades con la mente porque eso equivale a
enfadarte contigo mismo, y se te hará mucho más complicada la actitud adecuada.
1º TONGLEN PARA EL ENTORNO:
Percibe la “emocionalidad” del ambiente físico en el que estés. ¿Sabes que muchas veces nos decimos que “
se cortaba la tensión en el ambiente”, o “
aquí el amor brota por los poros” o frases parecidas? Y todos creemos entenderlo así, ¿verdad? Pues se trata de que ahora
integres esa emocionalidad que creas percibir o interpretar en el ambiente.
Absorbe mentalmente lo “negativo” de ese ambiente (recuerda que ahora
estás “fuerte” en compasión, por
toda la práctica anterior),
al inspirar, y envía al ambiente
toda calma, claridad y alegría que percibes ahora en ti,
con la espiración de tu ciclo respiratorio. Hazlo durante un tiempo. Purifica el “sitio” físico así, en tu mente:
al inspirar limpias lo negativo y al espirar envías lo positivo.
2º TONGLEN PARA UNO MISMO:
Este es un momento
especialmente INTENSO.
Prepárate para ello.
Vas a imaginarte que
el TÚ que crees ser (=
lo que han sido tus vivencias tal y como las crees haber vivido), se va a
separar en dos “tú”s mentalmente:
- A uno de esos dos “tú” le transfieres todo lo bueno tuyo (TÚ BUENO): tu bondad, tu compasión, tu alegría, tu felicidad, todo lo bueno que has percibido en ti y vivido durante toda la vida. Es un proceso de abstracción mental de un “tú” vívidamente feliz que ahora proyectas en un lado de tu visualización mental.
- A otro lado vas a integrar en otro “tú” a todo lo “malo” que has sufrido (TÚ SUFRIENTE): tus experiencias más traumáticas, tus resentimientos y odios, tu dolor, tus quejas y tu malestar, la impotencia y la frustración, lo injusto que crees haber sido tratado por todos los que crees que te han tratado mal.
Ahora, con
CADA INSPIRACIÓN, trata de que
todo lo maravilloso que has proyectado en el “
tú bueno”
se abra y acepte y abrace afectuosa y compasivamente todo el dolor, el sufrimiento y la negatividad que has proyectado en ese “
tú sufriente”. Al tiempo, en ese abrazo,
el “tú sufriente” visualízalo conmovido y comprendido al fin, y abriendo ahora su corazón herido
en entrega al “tú bueno”.
Ambos fundidos en una sola imagen.
Puede ayudarte haberles conferido
un aspecto físico de momentos especialmente
felices al “tú bueno” (quizás la infancia, tú sabrás) y
sufrientes al “tú sufriente” (la peor época de tu vida que recuerdes, seguramente con otro aspectos físico para ti).
En ese abrazo,
el “tú bueno” le transmite todo lo bueno que hay en él al “
tú sufriente” quien
lo recibe con sensación de alivio, purificación y sanación interior. Ambos
se ecualizan (=se equilibran y nivelan) en una
frecuencia amorosa y compasiva, en la que viven el
abrazo compartido, sincero y liberador.
¿Imaginas cómo sería ese abrazo de lo mejor de ti a la parte de ti que más cree haber sufrido en algunos momentos? Esta meditación te ofrece esa posibilidad.
3º TONGLEN APLICADO A UNA CIRCUNSTANCIA DESAGRADABLE:
Imagina y recuerda una situación en la que tú mismo
te hayas portado -
según tu propio criterio- de
forma indebida y errónea. Percibe ese sentimiento de
culpa que
probablemente sientas, acepta ese “encogimiento” interior y ahora inspira y
acepta de forma completa todo ese sufrimiento.
Se trata de que
tú a ti mismo te liberes de ese sufrimiento. Primero
aceptándolo, comprendiéndolo y disculpándote contigo mismo, para pasar posteriormente a enviarte a ti mismo
toda tu curación, todo tu perdón y toda tu reconciliación y compasión desde tu más
sincero y profundo amor INCONDICIONAL por ti mismo.
Así,
inhalas culpa y dolor y
exhalas el remedio, la cura y el alivio para esa culpa; de forma que
TE LIBERAS de la carga de esa situación que viviste y que
aún te estaba generando
dolor al recordarlo, quizás hasta de una forma bastante
inconsciente. Ahora
estás preparado y fuerte para recordarlo, purificarlo y liberarte por fin. Hazlo,
PERDÓNATE Y RECONCÍLIATE CON TU PASADO. Deja tu pasado donde pertenece: atrás; pero con toda carga emocional negativa liberada de ti, de tu presente.
No contamines tu presente con cargas del pasado. Es momento de dejarlas atrás.
Puedes completar este ejercicio meditativo
mental visualizando ahora a la persona que crees que has dañado y
pidiéndole perdón a la cara e imaginando su cara de
comprensión, amor y compasión hacia ti, lo que te permitirá liberarte
completamente de tu recuerdo doloroso:
has sido perdonado y ahora puedes sentirlo.
Consigue la
convicción de que
ya está todo bien. Esa persona
te ha perdonado, y se ha liberado de
su propia carga; y
tú te has perdonado, y te has liberado
de la tuya.
AMBOS recibís
comprensión y compasión por vuestro sufrimiento y
ambos os liberáis por fin de
la tortura de la culpa en uno y el resentimiento en otro.
JUNTOS os comprendéis y juntos desarrolláis mutua y recíprocamente vuestra
compasión. La
SANACIÓN llega a vosotros al
COMPARTIRLA.
Ahora crees más el poder del tong-len. Cada vez crees más en
tu poder para autosanarte. Ya sabes que es una herramienta que siempre tienes a tu disposición:
el perdón desde una práctica meditativa eficaz.
4º TONGLEN PARA LOS DEMÁS:
Imagina ahora que
inhalas todo el sufrimiento de un ser querido y cercano (puedes imaginarlo como una nube negra), y le
envías con la
espiración ahora
toda la compasión y amor de la que eres capaz ya de concitar en ti
(puedes imaginarlo como una luz clara y brillante).
Recuerda que
una vez sanado, podrás
sanar al otro. Cuando se sane, te sentirás
aún más reconfortado, y te harás más consciente de que todo esto está ocurriendo ciertamente
EN TU MENTE, pero te sientes en
PAZ, y percibes ahora todas esas situaciones sufrientes en tu vida de una forma muy diferente:
pasó lo que pasó, pero
has perdonado los juicios condenatorios hacia ti o hacia los demás en los que
habías creído (es la creencia en el juicio lo que nos hace sufrir, no el hecho que creemos que lo ha causado. ¿La prueba? Cuando perdonas, el hecho sigue ahí, pero ya no sufres por él… porque el juicio se ha ido; solo fue un error que había que subsanar).
Así es como
irás aclarando tu mente, conseguirás que se encuentre
más neutra, transparente,
sin el juicio y pátina de sufrimiento.
En ese punto comenzarás a
SANAR TU PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD. Comprobarás por ti mismo
cómo cambia la vida cuando tu mente está
limpia y preparada para aprovecharla al máximo.
Las circunstancias seguirán aconteciendo, pero
tu actitud ante ellas será muy diferente,
sin quejas áridas,
sin expectativas traicioneras.
Vivirás la vida tal y como es para contactar directamente con tu propia luminosidad inmaculada.
PRÁCTICA TRADICIONAL DE LA MEDITACIÓN TONG-LEN:
Los budistas usamos esta meditación para
entrenar nuestra mente a
permanecer luminosa ante cualquier situación, que la
consciencia despierta no sea uno de los factores negociables en la vida.
Pase lo que pase la consciencia debe permanecer en su versión más potente. Estamos seguros de que esa actitud nos va a ayudar a
tomar las mejores decisiones para nosotros y para todos los seres que nos rodean.
Para
evitar que se activen las emociones aflictivas descontroladamente y perdamos de este modo nuestro estado ideal, usamos la meditación para
vivir situaciones teóricamente dolorosas y
convertirlas en estímulo de nuestra mejor versión. Imaginar el sufrimiento es así para nosotros una
OPORTUNIDAD para sacar lo mejor de nosotros mismos: nuestra
compasión y
mantener la luminosidad en nuestra mente, sostener la
versión más amorosa de nuestra actitud vital.
Para aplicarla correctamente hemos de prepararnos tal y como hemos explicado anteriormente,
primero calma mental y luego amor-compasión.
1º A UN SER QUERIDO:
Seguidamente
visualizamos a UN SER QUERIDO que esté
sufriendo.
Concentra la atención en su sufrimiento y
permanece sin perder tu estado luminoso. Permite que surja en ti
LA COMPASIÓN, vívela, manifiéstala. Ahora todo ese sufrimiento se convierte en
una nube de humo negra, espesa. Al inspirar, esa nube entra por tus orificios nasales, penetra en tu cuerpo
llegando hasta tu consciencia luminosa que se encuentra a la altura de tu corazón. Observa cómo
el ser querido ya no está afectado por la nube: créelo y créalo en tu realidad.
Los
efectos perniciosos de
esa nube atenta contra tus tendencias negativas destruyéndolas y liberándote de ellas.
La luz de tu interior es tan fuerte ahora que
esa nube se deshace sin dejar ningún rastro. Ves como
esa luz llena completamente todo tu ser. Siéntelo y
disfrútalo plenamente.
Has transmutado la negatividad de la nube negra en
la luz que se ha potenciado al deshacer lo negativo, y así llenarte aún más de luz, de más amor y compasión en ti.
En la siguiente
exhalación, toda esa sensación agradable
sale en forma de luz por tus orificios nasales, se dirige hacia el ser querido,
entra por sus orificios nasales para llegar hasta su corazón. El ser querido experimenta la
misma plenitud y felicidad que tú experimentas. Todo su ser
se expande en un halo de luz.
Su sonrisa y bienestar es absolutamente
evidente.
Visualízalo, créelo y créalo.
2º A UN SER INDIFERENTE:
Visualiza ahora a un
SER INDIFERENTE (alguien cuya presencia
no te genere cambio en tu estado mental
ni positivo ni negativo).
Repite el ejercicio consiguiendo
el mismo resultado.
3º A UN SER “ENEMIGO”:
Finalmente haz el ejercicio con
alguien que haga surgir automáticamente en ti tu versión más turbia y oscura.
No permitas que tu mundo reactivo te incapacite para mostrar tu actitud más
amorosa, compasiva y luminosa.
Tienes que conseguir manifestar tu luminosidad con igual intensidad en todos los casos. Que tu entorno no gestione tus capacidades. TÚ DECIDES cómo quieres estar, ser y vivir la vida.
Recuerda
NO prolongar tus meditaciones MÁS DE 25 MINUTOS,
por bien que te encuentres en ellas.
No te apegues al bienestar ni rechaces el malestar.
Cada vez que practiques esta meditación,
te resultará más sencilla, y habrás entrenado mejor la
CAPACIDAD DE CONVOCAR TODA TU COMPASIÓN, por lo que
cada vez será más poderosa e irás ensanchando en ti un círculo de compasión que te acompañará en el día a día.
Esta meditación es
especialmente útil para acompañar a MORIBUNDOS. A personas en el trance de prepararse para
dejar este mundo terrenal y facilitar que entren en la
PAZ INTERIOR necesaria para
deshacerse de todo apego a lo que está a punto de abandonar cuando deje su cuerpo aquí. Además, te prepara para
entrenarte para afrontar tu propia muerte.
Antes o después de tocará.
¿No deseas estar preparado, para afrontarlo en calma, con naturalidad y lleno de la convicción de que no has de temer nada?
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Autores:
- Lama Ngawang Dorje Dondrub (Presidente de Sangha Activa; Meditador experto desde hace 35 años)
- Dr. David Calvo Temprano (Director EEL Asturias; Health Coach & Practitioner PNL).